lunes, 4 de abril de 2011

Persépolis

Marjane Satrapi adapta sus propias novelas gráficas y autobiográficas en un filme codirigido por ella misma que retrata el último cuarto de siglo de la historia de Irán. En el festival de Cannes, donde ganó el Premio del Jurado, Satrapi nos recibió para conversar sobre su historia.

La mujer. El trabajo de Marjane Satrapi trata cuestiones políticas de profunda resonancia humanista con la ligereza y gracia que le otorga su sentido del humor, que para la directora es la única manera de sobrevivir en este mundo. Según ella, la risa, aún cuando es irónica, siempre es una forma de comprensión entre los seres humanos. Las personas, cuando reímos juntos, nos empezamos a comprender, nos acercamos los unos a los otros. Hay chistes que sólo funcionan entre dos personas, o en el marco de una nación, pero luego tienes a Charlie Chaplin o a los Monty Python, que hacen reír a todo el mundo. Eso los hace grandes. El humor es el lugar más alto al que puede llegar el arte y la inteligencia. Criada en Irán, crecida en Austria y asentada en Francia, Satrapi se considera una mujer del mundo. Dentro de su discurso político, la globalización es un arma de doble filo. La globalización como forma de compartir referentes y conseguir que todos nos comprendamos y aceptemos me parece muy interesante, afirma la directora, que añade: Pero luego tienes la globalización económica, y eso es otra historia, sobre todo cuando implica que algunos países no se pueden desarrollar porque están sirviendo las necesidades de otros. El conocimiento debe estar por encima de los valores económicos. La educación debe ser la prioridad número uno de todos, políticos y ciudadanos.

El dibujo. El trabajo de Satrapi tiene un fuerte origen autobiográfico. Aún así, la dibujante y directora se considera, ante todo, una narradora, y para construir una buena historia debes ser un buen mentiroso. Intento que la realidad no quede lejos, pero lo importante es la historia. En el momento que escribo un guión, para una película o una novela gráfica, estoy creando una ficción, hasta el punto de que no me gusta referirme a la protagonista de Persépolis como yo misma. Ella es Marji, un personaje, otra persona. Al referirse al trabajo de Satrapi, la crítica y la prensa suelen referirse a su perfil político, pero la directora siempre ha considerado Persépolis una historia acerca de cómo crecer en un lugar en el que las reglas van cambiando continuamente. Entonces, se pregunta ella, ¿cómo lo enfrentas? ¿Cual es el rol de la familia? ¿Cómo se atraviesa la adolescencia? ¿Cómo cambia tu cuerpo? ¿Cómo es el primer amor? ¿Y el exilio? Hay política en estos temas, pero son sobre todo cuestiones universales. Sobre su relación con el dibujo, Satrapi explica que la abstracción que introduce el dibujo juega en dos sentidos. Por una parte, te da una cierta distancia, lo que convierte el relato en una historia universal. Pero por otra, su sencillez y emotividad te acercan tanto al personaje que te puedes identificar completamente con él. Y, por ejemplo, cuando la protagonista de Persépolis viaja de Irán a Austria, tú, como espectador occidental, puedes sentir ese nuevo país como un lugar exótico, como si miraras a través de los ojos de ella.

La película. Sobre el arranque del proyecto fílmico, Satrapi comenta que cuando nos planteamos, junto a Vincent Paronnaud (el codirector) la realización de la película, me di cuenta de que me estaba involucrando en una aventura completamente nueva. Después de haber trabajado en novelas gráficas, libros para niños, viñetas para periódicos o murales, me encontraba en un momento de transición, y no quería embarcarme en una aventura en solitario. Si debía tener un compañero, ese debía ser Vincent. Encantada de haber compartido tres años de trabajo con el también dibujante y animador, Satrapi afirma que "nuestra relación es una demostración de que aquello que llaman choque de civilizaciones no tiene ningún sentido. En teoría somos polos opuestos. Él es un hombre, yo una mujer. Él es francés, yo iraní... pero es mi mejor amigo, compartimos referentes estilísticos y tenemos una química fantástica en el trabajo. Espero volver a trabajar con él en futuros proyectos". Al hablar de la adaptación del cómic a la gran pantalla, la directora explica que existía el riesgo de intentar hacer de la película una copia exacta de la novela gráfica. El cómic posee un lenguaje muy diferente al del cine y el reto era conseguir que la historia fluyera en la pantalla utilizando las herramientas narrativas propias del cine.


FOTOGRAMAS.

1 comentario:

  1. Hola, estaba buscando una foto de Persepolis para mi portada de facebook y pase por tu Blog, me gusto mucho, desde el comienzo, con esa frase de Madame Bobary, tremendo libro sobre una mujer fuera de su tiempo. Te dejo mi correo por si algún día quieres charlar(alvarikokenirmake@hotmail.com), hasta luego, Emma.

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